Es un tema que es muy importante que hay que tratar y que a partir de artículos como el de Rejuega sobre este tema y de Tierra en las Manos, he decidido aportar mi pequeño grano de arena consultando varias fuentes en internet, todas de páginas especializadas en infancia y educación.
Antes de nada huelga decir que el juego es esencial en la vida del niño y tiene muchísimos beneficios cognitivos, físicos, sociales y emocionales. En muchos sitios se ha reducido drásticamente el tiempo de juego debido a un estilo de vida apresurado, cambios en las estructuras familiares, y la obsesión de los colegios de aprendizaje y obtención de resultados académicos a costa de horas de juego, restando con ello tiempo a la infancia, que sólo pasa una vez en la vida.
GRAPAT es una empresa española, una empresa familiar en la que se respira alegría, ilusión por el trabajo bien hecho y que van más allá de los cánones establecidos en cuanto al juego y los juguetes del mercado tradicional. Me gustó de ellos que primero, son españoles, es difícil encontrar empresas españolas fabricantes de juguetes o juego. Sus juguetes están hechos en el Alt Empordà, a mano, con cariño, y en colaboración con torneros de la zona. Rodeados de niños y naturaleza, ellos mismos pintan a mano con pinturas ecológicas todos los elementos de juego y tienen un embalaje de presentación que respira ecología, elegancia y la percepción del trabajo bien hecho, con cariño y “a fuego lento”. Cada juego viene con su bolsita de algodón para que puedas llevarlo a cualquier parte.
Todos sus materiales de juegos pertenecen a este grupo de juego no estructurado. La imaginación prima por encima de todo y es el niño el que marca el camino y el ritmo de juego a seguir. Los objetos de juego de Grapat invitan al juego imaginativo, en vibrantes colores arco iris y sabes que tienes una garantía de calidad. Los juegos de Grapat son combinables entre ellos y con todo tipo de materiales (de hecho así lo recomiendan) , que es el fin del juego no estructurado.
Apilar, construir, quitar, poner, tapar, destapar, traspasar, ensartar…Un material sencillo que permite múltiples posibilidades de juego. La repetición de objetos y colores permiten el pensamiento lógico a través de la agrupación, la clasificación, la seriación, ordenación… Son materiales sencillos y versátiles que dan múltiples opciones de juego.
En el juego no estructurado los niños juegan libremente sin ninguna orden dada por ningún adulto y no hay un fin concreto a la hora de jugar. El juego es improvisado, es más creativo e improvisado y se puede hacer solo o en compañía de otros niños, o incluso con adultos.
El juego no estructurado es importante para un niño, ya que les da una sensación de libertad y control, y les permite aprender sobre sí mismos, lo que les gusta y no les gusta, e incluso cometer errores sin sentir ningún tipo de presión o el fracaso. De hecho, el juego no estructurado es una parte tan necesaria de la infancia que los profesionales recomiendan este tipo de juego durante una hora mínima al día, y si es posible, todo lo que se pueda y más.
Para ayudar a los niños tener el máximo de tiempo de juego no estructurado, asegúrese de tener un montón de materiales a la mano – juguetes apropiados para su edad, un espacio lo suficientemente grande, y un montón de tiempo. También puede utilizar objetos cotidianos y de la naturaleza para alentar a un preescolar a participar en el juego no estructurado.
Para ello puedes utilizar cualquier tipo de material como cajas de cartón, papeles, tizas, bloques de madera, cubos de agua, esponjas, palos, piedras, botones, cualquier objeto que tengas a mano. Siempre teniendo cuidado con los objetos de pequeño tamaño por peligro de asfixia, si los niños son muy pequeños siempre debe haber una supervisión de un adulto.
El juego no estructurado afecta al niño en varias áreas de su desarrollo
– Desarrollo social: permite la cooperación y el enriquecimiento del lenguaje. Cuando crean y participan en juegos que ellos han elegido libremente aprenden a resolver conflictos y a respetar las normas y las opiniones de los demás. Y adquieren más confianza en sí mismos.
– Desarrollo emocional: el juego no estructurado proporciona a los niños una salida y reduce su ansiedad. Aprenden a manejar el estrés y tener más autocontrol. También aprenden a expresarse delante de los demás y controlar sus emociones o expresarlas más libremente.
– Desarrollo cognitivo: permite el desarrollo de comprensiones cognitivas a través de las sensaciones experimentadas a través de las manos, la exploración y el uso de los materiales. Un niño que experimenta con arena, y agua entiende por ejemplo la erosión, la retención del agua, el movimiento del agua, ¡y tantas cosas más!
Puedes ver nuestra oferta inicial de GRAPAT AQUI.